Han hecho un ERE en la empresa
(algo usual y frecuente)
del peluquero Llongueras
y mira ¿qué te parece?
le han dado la papeleta
justo a él, precisamente.
Yo no sé si lo merece
(la cosa es un poco fea)
pero, por lo que parece,
es su ex-mujer quien lo apea,
la que lo pone en la calle,
la que en el paro lo deja
porque ya no le complace
lo que le aporta a la empresa.
Y es que Llongueras le dió
a su mujer, en su fecha,
una participación
de más del 30 %
y otras acciones les dió
a los hijos que tuvieron…
y ellos se han puesto de acuerdo
y tras pagarle un millón
(esa es la indemnización
que le dan al peluquero)
lo han dejado con lo puesto
y con un gran sofocacón
al quedar fuera de juego.
Y es que le han hecho la cama
al varonil peluquero
(perdonen que haga la guasa
pero se le ve el plumero)
y le han dejado la cara
tipo «yo me quedo muerto»…
El enemigo está en casa,
en casa del peluquero.