Este año nuestro monarca
dará cual siempre el discuro
dirigido a toda España…
y siempre a las nueve en punto.
Unas veces dice ‘orgullo’
y en otras ‘satisfacción’
pero siempre su discurso
se rige por un patrón:
conciliar, aunar a muchos
y evitar provocación.
Ese momento la tele
parece que se ha colgado
porque dejes donde dejes
el botón seleccionado
siempre encuentras esa imagen
del monarca Don Juan Carlos
de militar y elegante
hablando serio y pausado.
El fondo siempre es el mismo:
la bandera en un despacho
que se presenta muy limpio
y de casposo amueblado.
Pero en esta Nochebuena
algo sí que habrá cambiado
y es que también podrán verla,
la transmisión de Juan Carlos,
en la ETB, en la tele
pública del País Vasco
aunque alguno se moleste
y se sienta provocado.
«¿Cómo es posible en Euskadi
emitir ese mensaje?»
-Se pregunta un tal Iñaki-
«¿Es posible que ésto pase?»
-debe ser Anasagasti-
«¿En nuestros propios canales?
¡Que pongan un chistulari!»
-Grita flequillo al levante…
Por supuesto que los vascos
siempre que ellos han querido
ya lo han visto en otros años,
pero era justo y medido
que pudieran contemplarlo
como el resto de vecinos
en su canal, sin reparos.